martes, 14 de diciembre de 2010

Atacadita perdida y muerta de frío sin haber pisado todavía suelo español, así estoy.
Las últimas semanas han sido muy intensas y casi no he tenido tiempo de pensar en el viaje: fin de semana en un volcán con un montón de gente para celebrar la Navidad, viaje de trabajo a Ciudad de Guatemala durante cuatro días y salida exprés de fin de semana para broncearnos un poco en la playa y huir del frío, la lluvia y el viento de San José. Compras, compras y más compras de regalitos varios para llevar algo en las maletas que traeremos llenas de viandas a la vuelta. No tenemos ni un triste abrigo que meter en la maleta o que llevarnos puesto para aterrizar en Madrid, así que cogeremos todos los catarros que no hemos tenido este año nada más llegar al aeropuerto.
¡Pero no importa! ¡Llevamos un año y un mes fuera de casa, sin ver a nuestras familias y amigos y amigas! Nos dan igual las 20 horas de vuelo, los 10 bajo cero que perfectamente puede hacer en Soria, engordar 5 kilos en menos de un mes, pasar tres aduanas, sentir tres despegues y tres aterrizajes...¡Porque nos morimos de ganas de ir!
Adiós al moho de las sandalias de piel y de la ropa del armario, al olor a humedad, al gallo pinto, al arroz blanco hervido, a las calles solitarias, al coger taxi para todo, a mi pelo encrespado, a los políticos y políticas imbéciles...¡Hacemos una pausa de tres semanas para respirar y descansar un poquito! Y cuando volvamos habrá llegado el verano por fin...
A la vuelta mis reflexiones sobre Guate :)