Han pasado algunas cosas reseñables desde la semana pasada, y he tenido intención de escribir pero no me ha dado tiempo.
El viernes pasado sufrimos un temblor flojito pero suficiente para cagarme, sobre todo teniendo en cuenta los últimos acontecimientos a este lado del charco...el epicentro tuvo lugar a 100 km de san josé y sólo fue de 5.00 de intensidad...así que no me quiero imaginar lo que es sufrir un terremoto de 7.00 con epicentro más cercano...
El domingo fue el cumple de javi y para celebrarlo nos fuimos al volcán arenal (que está activo, y en teoría se puede ver la lava cuando empieza a anochecer...nosotros apenas vimos unas bolitas de fuego, pero es cierto que es espectacular).
Le he rapado la cabeza a javi, tengo mucho valor:
Hemos empezado la operación bikini (aquí se puede ir a la playa en cualquier mes, así que no hay excusa para esperar al verano), y estamos intentando ir a la piscina dos días a la semana. Como vamos con amigos es más fácil obligarse...esperemos que nos dure la fuerza de voluntad.
Ir a la piscina por la noche es lo que me ha llevado toda la semana a reflexionar sobre la relación entre miedo, calidad de vida y lo poco que me gusta esta ciudad. El proyecto en el que trabajamos se llama Redes para la convivencia -Ventana Constructores de Paz. Nos hemos tenido que familiarizar con términos como percepción del temor, índice de victimización, localización del delito,inseguridad, ya que los manejamos constantemente y el proyecto trata básicamente de lograr crear espacios seguros y una red ciudadana sólida que conviva y no tema estar en la calle ni hacer uso de su ciudad. (ésto explicado de forma resumida).
Pues bien, después de casi tres meses de vivir aquí, creo que ya puedo decir que no me gusta San José. No voy a la piscina sola, no cojo un taxi sola, no camino de noche sola... Al salir de la piscina llamamos a un taxi para volver a casa, si estamos en un bar con amigos a tres cuadras de distancia y es más tarde de las diez también lo llamamos. Ayer una amiga nuestra nos decía que siempre hay que llevar algo en los bolsillos, no se puede ir sin nada, y mejor si llevas monedas en los dos, por si te atracan una vez y después otra. Sé que es problema mío emparanoiarme y andar histérica pensando siempre que me van a atracar, pero estoy todo el día trabajando sobre ese tema y no he podido mantenerme al margen, he caído igual que todo el mundo...seguro que si me comprase una casa aquí acabaría poniendo esos alambres de espino espantosos que dan más miedo aún. electrificados.
El día siete de febrero son las elecciones. Todas las campañas de los candidatos tocan el tema de la seguridad en su propaganda, pues es lo que más le preocupa a la ciudadanía. De todos ese mensajes, el que más miedo me da es el del candidato de la derecha, el señor Otto Guevara, que llama a la mano dura contra la delincuencia. En su página web, entre otras joyas que no tienen desperdicio, propone Facilitar la tenencia de armas LEGALES para que la sociedad se pueda defender de los delincuentes. Apaga y vámonos.
Lo más triste es que las encuestas dicen que tendrá un 30% de los votos, va segundo en el ránking.
Pues eso…me temo que hay mucho trabajo por hacer, no sé cómo vamos a intentar convencer a la gente de que salga a la calle y viva tranquila si yo misma ando cagada de noche y este personaje tiene respaldo popular en cuestión de legalización de armas y la aplicación troglodita y salvaje del ojo por ojo.